SEBASTIÁN ARANGO @sebastianarangoart |
Observo este cuadro de Sebastián y me produce muchas sensaciones que me conectan con la actual realidad, ¿la mujer esta leyendo tranquila? Puede estar escondida en su lugar favorito, tiene el libro abierto sobre sus piernas pero tal vez está con su mente vagando por otros rumbos o simplemente se fugó por esa pequeña ventana, pero en todo caso no tiene prisa, ninguna prisa.
Por estos días me he acostumbrado al silencio, pasan pocos carros y el ruido ensordecedor ya no se escucha, trato de no poner ni música, ni televisión en gran parte del día. Es un silencio adictivo, una tremenda tranquilidad mentirosa, una tranquilidad con la vida suspendida y con todos los interrogantes pesando en el alma.
Muchos de nosotros soñábamos con tener esta calidad de tiempo en serenidad, poder hacer lo que "quisiéramos", pero ahora sabemos que no es así de fácil, somos habitantes de nuestro tiempo, con afanes, preocupaciones, necesidades, deseos y sueños.
Los temores nos inundan en estos silencios, el temor a quedar en la nada, temor a que nuestros trabajos y nuestras carreras se esfumen, no saber por donde comenzar de nuevo, no tener como construir los nuevos sueños.
No soy la típica ama de casa que está todo el día limpiando y ordenando, sólo me permito un par de horas al día para los trabajos domésticos, porque necesito la tranquilidad para mis diseños, para mis clases, para mi lectura y sobre todo necesito el silencio para oír los latidos de mi corazón.
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