En muchos lugares comerciales o residencias se esmeran por tener la decoración adecuada con telarañas, arañas y brujas, decoración de la que no soy muy admiradora, debo decir, pero que hace muy felices a los niños y a muchos adultos.
Este año atípico, no deberían salir los niños a recorrer calles, barrios y conjuntos. Digo deberían porque seguramente habrá quienes lo hagan, pero no es conveniente pues el contagio del Covid puede suceder en tantos contactos con los demás y en dulces pasados por tantas manos, en fin, mejor quedarse en casa y que cada familia les de a sus niños los dulces y el festejo.
Estuve pensando cómo sería la mejor manera de desinfectar los dulces por si viene algún niño, pero resolví mejor no comprar dulces este año, no quiero poner en riesgo la salud de ellos o la nuestra, esta pandemia nos está quitando muchas de nuestras diversiones, entonces no importa que sea halloween, sólo podremos tener dulces virtuales.
Aquí en mi casa no habrá Halloween, no habrá decoración ni dulces, no habrá carreras de última hora creando disfraces, sobretodo para mi hija, que siendo admiradora de esta fiesta desde que era muy pequeña necesitaba varios disfraces para varias fiestas.
No importa que afuera sea Halloween, aquí en nuestra casa, los niños ya se fueron.